martes, 19 de mayo de 2009

ES TIEMPO DE UNA NUEVA VISIÓN

Viajaba de Tapachula a Oaxaca hace 20 años y no lograba leer los anuncios en la carretera cuando mi compañero de viaje ya los había leído. Fue la primera vez que consideré la posibilidad de graduarme lentes. Cuando lo hice me cambió para siempre mi visión. He tenido que hacer ajustes a a través de los años, pero cada vez que salgo de la óptica con los nuevos lentes tengo una nueva visión. Eso es confortante. Estar seguro que veo correctamente. Cuando no tenemos la visión en punto optimo somos parcialmente ciegos, porque no tenemos las percepciones correctas de las cosas, de las personas y aún de Dios. Son muchos los que tienen una percepcion distorsionada de Dios, producto de que les fue presentado en su infancia un Dios vengativo, listo a castigar a quien se portara mal. -" Si te portas mal, Diosito te castigara"- Muchas veces escuché esas palabras en mi abuela. Así que, cuando se tiene una idea distorsionada de Dios llega a parecer un Dios distante, falto de amor; y se opta por desacartar a Dios de la vida. Pero... cuando se llega a conocerle como puede ser nuestro privilegio conocerle, nuestra perspectiva de Él cambia radicalmente. Lo mismo pasa con las personas, con la vida, los problemas. Todo se ve desde una óptica jamás imaginada. Dios dice en Isaías 42:16 "...guiaré a los ciegos por camino, que nunca supieron, les haré pisar por las sendas que nunca conocieron; delante de ellos tornaré las tinieblas en luz, y los rodeos en llanura. Estas cosas les haré, y nunca los desampararé". Es la promesa de Dios para una nueva visión. Un milagro al alcance de cualquiera que acepta que para su ceguera el único remedio es Cristo Jesús.
Ptr. Benjamín Carballo Castillo

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